Los ataques del gobierno de Milei no tienen fecha de caducidad. Todas las semanas conocemos nuevos recortes y medidas que atentan a la clase trabajadora, desmantelamientos injustificados y ensañamiento contra lo público: en especial, con lo referido a la educación y la salud.

Luego del veto a la Ley de Financiamiento Universitario, que esta semana tendrá un capítulo central en el Congreso, el presidente decidió cargar contra el Hospital Bonaparte, que se especializa en salud mental, a la par de profundizar la situación que atraviesa el Garrahan. Las consecuencias impactan de lleno en su funcionamiento y encuentran una enorme solidaridad de pacientes, profesionales, familias, sindicatos, organizaciones y partidos políticos, quienes encabezan distintas medidas tendientes a torcer la decisión que se impulsa desde Nación.

A mitad de año sufrieron despidos y que en la actualidad trabajan alrededor de 600 personas.

En diálogo con Todo el mundo sabe, Joaquín Caporale, trabajador del Laura Bonaparte, explicó la importancia del hospital y afirmó que este no es ataque puntual contra una institución sino un plan de Gobierno que tiene como finalidad destruir la salud pública.

“Este es un conflicto que trasciende a Capital y es un baldazo de agua fría”, explicó en relación a la decisión del Ministerio de Salud de cerrar internación y guardia.  “Este Gobierno viene de atacar profundamente a la educación pública y esto es parte de su plan de atacar y recortar todo lo público”, dijo.

Durante la mañana de hoy, trabajadores, familiares, organizaciones sociales y partidos políticos realizaron un abrazo simbólico. Más tarde habrá una conferencia de prensa en las puertas del hospital para defender el hospital y luego se definirán las medidas en defensa de la institución.